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Nada más soñado que regalarse unos minutos en un jacuzzi después de un día de mucho estrés.

El sauna y el turco en su club.

Y cada vez son más bien los centros de bienestar y el spa que se incluyen dentro de sus programas de belleza un delicioso masaje conocido como hidroterapia.

Dentro de los beneficios que aportan a la piel, los poros se abren, se eliminan toxinas y también mejoran las dolencias musculares, entre otras posibilidades.

Pero lo que muchos dejan de lado es que existen precauciones, así como tiempos establecidos para el uso de cada uno de ellos.

Lo mismo las reglas que debe seguir por higiene y los productos cosméticos que debe y no debe usar.

Expertos en el tema hablan sobre cada una de estas alternativas y lo invitan a revisar su estado de salud.

No espere a sentir síntomas o alarmas que se encienden cuando usted está dentro de un sauna, jacuzzi o baño turco.

Pregunta y respuesta

1. La alta temperatura a la que se somete al cuerpo hace que el ritmo cardiaco se llegue a duplicar, pasando de 70 a 140 pulsaciones por minuto 

2. El sauna no es para mujeres embarazadas, ni para personas que sufren de hipertensión o cardiopatías. Tampoco se recomienda para personas con anorexia, epilepsia ni cólicos renales o con problemas bronquiales. 

Es bueno saberlo...

Nina Núñez, de Rejuvenecer Wellness Center, explica cuáles son los beneficios que nos aporta el sauna. 

• Distensión Nerviosa. Relajación 

• Dilatación ramificaciones respiratorias. Oxigenación. 

• Vaso dilatación periférica. Estimulación de la circulación sanguínea en extremidades 

• Elevación de la frecuencia cardiaca. Estimula el sistema circulatorio 

• Limpieza de toxinas de los poros. Glándulas sudoríparas. 

• Mejora de la elasticidad del tejido muscular y articulaciones óseas 

No hay que confundir el baño de vapor con sauna porque son dos tratamientos distintos, aunque ambos estimulen la sudoración, permitiendo eliminar las impurezas del organismo. El baño de vapor ejerce su acción a través de calor húmedo, que se genera en un recinto saturado de vapor acuoso y ejerce una acción profundamente relajante. 

El cambio de temperatura del jacuzzi aporta grandes beneficios a la hora de tonificar y abrir poros. 

Beneficios

El baño turco o de vapor, también llamado hammam (baño, en árabe), se practica desde hace milenios. Se trata de un baño de calor húmedo en el que la temperatura no es uniforme; en el suelo hay entre 20 y 25 grados, a metro y medio unos 40 grados y otros 50 grados a la altura de la cabeza. Además, tiene una humedad relativa del 99%, que produce la clásica “niebla”. 

En estos habitáculos el calor se genera gracias al agua caliente que circula a través de cañerías y radiadores ubicados en las paredes de las salas. 

Recuerde

1 No hay productos naturales que atenten contra la higiene del lugar. 

2 En el jacuzzi es indispensable el uso del gorro. 

3 Existen en el mercado productos cosméticos, a diferencia del azúcar, que no riman la piel. 

4 Se puede realizar en casa una excelente exfoliación en la ducha con la ayuda de productos a base de ventas marinas, minerales, cremas para la cara y corte o arcillas. 

5 Está prohibido el ingreso de menores de 14 años al jacuzzi o sauna. Deben ir acompañados de un adulto responsable.